REDACCIÓN.– En un movimiento estratégico para reducir la dependencia de Estados Unidos de fuentes extranjeras, el presidente Donald Trump firmó este jueves una orden ejecutiva destinada a fomentar la producción nacional de minerales críticos y tierras raras.
Durante un evento en la Casa Blanca, Trump destacó la importancia de esta iniciativa, señalando que busca fortalecer la seguridad económica y tecnológica del país.
He firmado una orden ejecutiva para aumentar drásticamente la producción de minerales críticos y tierras raras”, afirmó el mandatario.
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos esenciales para la fabricación de productos tecnológicos avanzados, incluyendo teléfonos inteligentes, baterías de vehículos eléctricos, turbinas eólicas y equipos de defensa.
Actualmente, China controla aproximadamente el 80% del suministro global de estos minerales, lo que ha generado preocupación en Washington ante posibles restricciones de exportación por parte de Pekín en medio de las tensiones comerciales y geopolíticas entre ambas naciones.
Con esta orden ejecutiva, el gobierno estadounidense busca acelerar el desarrollo de la minería doméstica y la creación de cadenas de suministro independientes. Además, la medida facilitará permisos para la exploración y explotación de estos recursos dentro del territorio nacional, promoviendo la inversión en este sector clave.
Desde hace años, EE. UU. ha intentado diversificar sus fuentes de suministro de tierras raras, pero la falta de infraestructura y los estrictos controles ambientales han limitado la capacidad de la industria nacional para competir con China. Esta iniciativa presidencial pretende revertir esa situación y posicionar al país como un actor relevante en la producción de estos materiales estratégicos.
Expertos señalan que la decisión podría beneficiar a compañías mineras estadounidenses, que han buscado apoyo gubernamental para desarrollar proyectos en el país. Sin embargo, también advierten sobre los desafíos ambientales y regulatorios que podrían surgir en el proceso.
Con esta medida, la administración Trump refuerza su estrategia de autosuficiencia en sectores clave, en línea con su política de “Estados Unidos Primero”.
