Santo Domingo.- El Vicealmirante retirado de la Marina de Guerra, Luis Manolo Feliz Roa, expresó este viernes su preocupación por la situación en Haití, señalando que algunos sectores del empresariado y del poder en el país están apoyando a las bandas criminales, proporcionando recursos logísticos para fortalecer su control.
En una llamada telefónica al programa Matutino Su Mundo, el Vicealmirante destacó que la situación en Haití es alarmante y que el país se encuentra al borde del colapso. Según indicó, una de las responsabilidades que el Consejo de Gobierno asignó al nuevo primer ministro, Alix Didier Fils-Aimé, fue garantizar la seguridad y organizar elecciones; sin embargo, manifestó que esto es prácticamente imposible en el contexto actual, dado que considera que el primer ministro carece de la competencia necesaria para llevar a cabo esta tarea.
Feliz Roa también señaló que los grupos armados han abandonado las zonas urbanas para trasladarse a las zonas rurales. Desde mediados de 2023 hasta 2024, aproximadamente 690,000 haitianos, en su mayoría mujeres y niños, han huido a estas áreas, viviendo en condiciones de terror constante. “Las pandillas ahora mismo controlan un 81% de la capital, y la ciudad del Sol está ocupada en un 90%. Cuentan con armamento moderno y municiones suficientes”, precisó.
El Vicealmirante subrayó que el éxodo de personas hacia las zonas rurales no es más que una estrategia de presión de las propias bandas para seguir manteniendo su control sobre el país. Según su análisis, los conflictos internos entre las bandas, los secuestros, extorsiones y asesinatos son parte de su modus operandi, cuyo único objetivo es mantener el Estado fallido y afianzar su hegemonía.
Además, denunció que las ayudas humanitarias provenientes de países como Brasil, Canadá, Estados Unidos y algunas naciones europeas no están llegando en su totalidad a la población afectada, ya que las pandillas exigen un “peaje”. “Los pandilleros están pidiendo hasta el 50% de las ayudas para permitir el paso del resto”, indicó.
Feliz Roa también criticó la misión de los soldados kenianos en Haití, calificándola de fracaso. Aseguró que las bandas continúan fortaleciéndose y que los efectivos de la misión no han logrado impactar de manera significativa. Además, señaló que los soldados están desmotivados debido a problemas con sus salarios y sus propias necesidades personales.
“Las tropas llegaron a Haití sin una planificación adecuada y, por lo tanto, no han tenido ningún efecto. Incluso las bandas pensaban que estarían mejor preparados, y algunos se ofrecieron a negociar”, agregó, calificando la misión como otro fracaso más en el intento de restaurar el orden en Haití.