El Gobierno de Argentina ha oficializado este miércoles la privatización de Aerolíneas Argentinas, una medida que se había anticipado tras las recientes protestas de los sindicatos de trabajadores. Según el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, la decisión responde a los persistentes paros convocados por los sindicatos aeronáuticos, que han afectado a cerca de 40,000 pasajeros.
Adorni indicó que el Ejecutivo ha iniciado conversaciones con diversas empresas privadas latinoamericanas para asumir el control de la aerolínea, en caso de que las huelgas continúen.
El Boletín Oficial ha declarado a Aerolíneas Argentinas “sujeta a privatización”, argumentando que es “imperioso” proceder a su venta al sector privado. Entre los motivos expuestos, se menciona que el 52.9% de la población argentina vive en situación de pobreza, lo que obliga al Estado a destinar sus limitados recursos fiscales a satisfacer las necesidades de los más vulnerables.
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Además, el Gobierno ha señalado que el Tesoro Nacional no puede seguir sosteniendo una empresa con altos déficits que requieren cientos de millones de pesos, provenientes del esfuerzo de los ciudadanos.
El Ejecutivo ha manifestado que, a pesar de los esfuerzos realizados y la reducción de los aportes del Tesoro, Aerolíneas Argentinas enfrenta un grave déficit que impide su funcionamiento en un entorno de libre mercado.
Por lo tanto, con el objetivo de racionalizar recursos y abordar la crisis económica que atraviesa el país, se considera “necesaria” la transferencia de la aerolínea al sector privado, dado que su operación estatal ya no tiene sustento viable.
