Aumentan a 60 los migrantes muertos por naufragio en Italia

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Costa Italiana.- Según reportes al menos 60 migrantes han fallecido al hundirse en la madrugada de este domingo la embarcación en la que trataban de llegar a Italia personas de Pakistán y Afganistán. Los medios locales apuntan que entre 150 y 200 personas viajaban hacinadas en la precaria embarcación, un viejo pesquero que había partido de Turquía y que a causa del mar agitado se estrelló contra unas rocas a pocos metros de la costa italiana.

Entre los cuerpos recuperados por la Autoridad Portuaria de Crotona y la Guardia de Finanza hay 33 mujeres y una docena de menores, entre ellos un bebé recién nacido. Los servicios de salvamento han conseguido rescatar de momento a 80 supervivientes y trabajan para buscar a los desaparecidos. El naufragio se ha producido frente a las costas calabresas, en la localidad de Steccato di Cutro, en el extremo sur del país.

Las autoridades italianas, que están recogiendo testimonios de los supervivientes para tratar de esclarecer cuántas personas viajaban en la barca, temen que el número de víctimas mortales pueda aumentar, debido a las malas condiciones del mar.

Muchos de los cuerpos han aparecido este domingo en las playas cercanas a Steccato, una localidad turística en la costa del mar Jónico. La que está poblada de hoteles y viviendas vacacionales a unos 20 kilómetros de la ciudad de Crotona. Otros han sido recogidos de las aguas cercanas. Las imágenes compartidas por la prensa local muestran los pedazos de una embarcación de madera completamente destruida sobre la playa.

Testimonios

Cuando llegamos al sitio del naufragio vimos cadáveres flotando por todos lados”, ha señalado al periódico local Il Crotonese Laura De Paoli, médico del Cuerpo Italiano de Socorro de la Orden de Malta (CISOM), “rescatamos a dos hombres que sostenían a un niño. Lamentablemente el pequeño estaba muerto”.

Según fuentes citadas por el diario Il Corriere della Sera, cuando las condiciones del mar fueron endureciéndose, los migrantes “no tuvieron tiempo de pedir ayuda” y no pudieron evitar que la embarcación se estrellase contra las rocas y se partiese en dos golpeada por la fuerza de las olas. Algunos de los supervivientes llegaron a la costa por sus propios medios. Según las primeras pesquisas de los carabinieri, la barcaza encalló en un escollo a unos 150 metros de la costa y allí se rompió. Algunos supervivientes han explicado que hubo una explosión del motor, pero se desconoce por el momento si pudo ser por el choque o si se referían a las heridas de quemaduras provocadas por el combustible derramado. Las autoridades están teniendo problemas para comunicarse con los supervivientes a falta de un idioma común.

Un portavoz de la Cruz Roja Italiana que ha participado en las labores de rescate ha explicado en la televisión pública, RAI, que la mayoría de los supervivientes son adultos, mientras que la mayor parte de los niños que viajaban en la embarcación han fallecido o permanecen desaparecidos. “Los supervivientes están vivos de milagro, dadas las condiciones extremas del mar”, ha dicho.

Un portavoz de la Cruz Roja Italiana que ha participado en las labores de rescate ha explicado en la televisión pública, RAI, que la mayoría de los supervivientes son adultos, mientras que la mayor parte de los niños que viajaban en la embarcación han fallecido o permanecen desaparecidos. “Los supervivientes están vivos de milagro, dadas las condiciones extremas del mar”, ha dicho.

Las autoridades del país transalpino han explicado que un avión de la agencia europea de fronteras, Frontex, que patrullaba en la zona había avistado la barcaza el sábado por la tarde a unas 40 millas de la costa italiana. Dos equipos de rescate de las regiones italianas de Calabria y Apulia se hicieron a la mar. Pero las pésimas condiciones meteorológicas les impidieron llegar a la zona y tuvieron que regresar a puerto. Cuando finalmente pudieron llegar al lugar del accidente lo único que pudieron hacer fue constatar el naufragio y la descomposición de la embarcación, completamente destrozada por las olas.

Meloni contra los traficantes

La jefa del Gobierno italiano, Giorgia Meloni, ha expresado este domingo su “profundo pesar” por el naufragio y se ha comprometido a detener la migración marítima irregular para evitar más tragedias. “La primera ministra, Giorgia Meloni, expresa su profundo pesar por las muchas vidas humanas truncadas por los traficantes de personas”, ha señalado en un comunicado de su oficina. “El Gobierno se compromete a evitar las salidas [de migrantes] y con ellas estas tragedias, y lo seguiremos haciendo”, se lee en la nota. Meloni ha puntualizado que en primer lugar exigirá “la máxima colaboración de los países de origen y de salida [de los migrantes]”.

En este sentido se han pronunciado también otros miembros del Gobierno, además de miembros de la oposición. El líder del Movimiento 5 Estrellas y ex primer ministro, Giuseppe Conte, ha reclamado la responsabilidad de los socios europeos: “El Mediterráneo se sigue manchando de sangre. Ahora tenemos que dejar a un lado los eslóganes y hacer que Europa esté realmente presente, solidaria y unida en la gestión y el control de los flujos migratorios. Nos lo debemos a nosotros mismos, a nuestros valores, a la esperanza que había en los ojos de quienes hoy han encontrado la muerte”.

El presidente del Senado, Ignazio La Russa, también ha demandado políticas migratorias comunitarias: “Que Europa entienda que la inmigración ilegal es un problema de todos y que Italia no puede ni debe quedarse sola. Además de la acogida legítima y correcta de quienes tienen derecho a ella, necesitamos políticas europeas que impidan a los traficantes hacer negocio a costa de la piel de las personas y, sobre todo, que se repitan tragedias similares”.

Críticas a la Unión Europea

El presidente de la región de Calabria, Roberto Occhiuto, ha informado de que los supervivientes están siendo trasladados a diferentes hospitales de la zona. Ha mencionado además en un comunicado el elevado número de inmigrantes que llegó a la región a través del mar el último año y ha criticado la política migratoria de la Unión Europea. “¿Qué ha hecho la UE en todos estos años? ¿Dónde está la Europa que se supone que debe garantizar la seguridad y la legalidad? ¿Qué ha sido de las operaciones de diálogo con los países de origen de los migrantes? Todas preguntas que, por desgracia, a día de hoy no tienen respuesta”, ha denunciado.

El presidente de la república, Sergio Mattarella, también ha reclamado la intervención de la UE. “Es indispensable que la Unión Europea asuma por fin la responsabilidad concreta de gobernar el fenómeno migratorio para arrebatárselo a los traficantes de seres humanos, comprometiéndose directamente en las políticas migratorias y apoyando la cooperación para el desarrollo de los países de los que los jóvenes se ven obligados a salir por falta de perspectivas”.

La Unión Europea, a pesar de los múltiples intentos, no ha conseguido encontrar una fórmula para detener la inmigración irregular en su territorio. El pacto migratorio que la Comisión Europea lanzó en 2020 se encuentra prácticamente estancado debido a las profundas diferencias entre los socios comunitarios. Las disparidades se han agudizado con la llegada a algunos gobiernos de la extrema derecha, como en el caso de Italia, donde Giorgia Meloni, aplica mano dura en materia migratoria, e incluso ha chocado directamente con países como Francia.

En un acuerdo de mínimos, los líderes europeos decidieron a inicios de este mes la movilización de “fondos europeos sustanciales” para reforzar las fronteras de los Estados miembros más afectados por los flujos migratorios, que han aumentado significativamente en los últimos meses por las rutas de los Balcanes occidentales y del Mediterráneo oriental.

La ruta turca

La ruta que une por mar Turquía con Calabria y Apulia, en el sur de Italia es además de larga, peligrosa y una de las más costosas para los migrantes. Los investigadores han podido constatar que no se trata de un fenómeno ocasional y que lleva activo casi una década. Según los datos de Frontex, en 2022, unas 42. 800 personas utilizaron la llamada ruta turca, que pasa por los mares Egeo y Jónico para llegar a Europa. La mayoría proceden principalmente de zonas de guerra como Afganistán, Siria, o Irak y también de Irán y Pakistán e incluso Nigeria. No todas las personas llegaron a Italia, muchos hacen escala en Grecia y luego continúan el éxodo por la ruta terrestre de los Balcanes.

Varias fiscalías italianas, entre ellas la de Calabria, alertadas por el fenómeno, han iniciado investigaciones. Han detectado que la travesía se realiza no solo con barcazas maltrechas (como la de este domingo), sino muy a menudo con veleros, considerados más seguros y menos visibles. El tráfico está gestionado por bandas turcas, algunas tienen incluso grupos criminales permanentemente presentes en Calabria, pero los traficantes de seres humanos proceden casi siempre de Rusia y Ucrania. El pasado noviembre, un velero llegó a Sicilia con 99 afganos y pakistaníes a bordo. Los patrones eran de nacionalidad rusa, pero el barco tenía bandera ucrania. Ninguna ONG opera en esta zona marítima y los desembarcos suelen realizarse de forma encubierta.

Esta ruta del Mediterráneo Oriental experimentó el año pasado un fuerte incremento del tráfico del 108% respecto al año anterior, frente a un aumento del 51% en la vía del Mediterráneo Central ―por la que llegaron 102.500 migrantes a Europa el pasado año― y un descenso del 21 % en el Mediterráneo Occidental ―que registró 14.500 llegadas en 2022―.

Fuente: El País 

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