“Me ha sido de bendición que he podido ser parte de estos programas que tienen aquí. A veces en la familia que uno tiene, cosas pasan, la economía cambia y nos encontramos con lugares como este, que existen para no olvidarnos que tenemos familia fuera de la familia”, dice González, dedicado ahora a “aconsejar” a los jóvenes para que no tomen “malas decisiones” que los lleven a desorganizar sus vidas y la de sus seres queridos.
Surgida hace 48 años, Cathedral Kitchen, tiene la misión de apoyar a comunidades necesitadas a salir de la inseguridad alimentaria y defender su búsqueda de estabilidad y prosperidad. En ese camino, es un proveedor de alimentos de emergencia en Camden, Nueva Jersey.
Cada año sirve más de 100.000 comidas. Cuenta con programas para asistir a la comunidad, entre ellos incorporación al trabajo, acceso a productos de aseo y a viviendas subvencionadas. Los beneficiados son en su mayoría personas sin hogar o que viven en refugios por no tener empleos o debido -en muchos casos- a adicciones que los limitan socialmente.
“Estoy bien agradecido”, recalca González.
dwin González tiene 56 años, es de Puerto Rico y hace tres meses que recibe alimentos de manos de los voluntarios de Cathedral Kitchen.
“Estoy solo y vengo a comer con amigos que conozco por años. Ellos (los voluntarios) tratan a uno bien, me encanta la comida que hacen, es muy buena”, dice.
A su lado, Félix Rosada, también puertorriqueño, dice que Thanksgiving para él es “disfrutar en familia” y señala a los amigos sentados en su mesa. “Estamos hoy aquí disfrutando en familia, seamos de la raza que sea no hay nada malo con eso. Es compartir y estar juntos”, dice y vuelve a su plato, generosamente servido con pavo asado, puré de papas y ensalada de vegetales.
José Santiago tiene 71 años y degusta su plato, mientras agradece por este día: “Vale mucho ser invitado a una cena como esta, se te olvida que a veces estamos muy solos”.
Cathedral Kitchen: la magia de la comida caliente
La comida caliente que ofrecen a sus invitados, como llaman empleados y voluntarios a las personas que asisten en Cathedral Kitchen, consta de un plato principal, una verdura o ensalada, una guarnición y una bebida.
También entregan comidas para programas extraescolares locales y para centros que dan apoyo a personas mayores de bajos ingresos. Del mismo modo, esta organización envía alimentos donados a despensas locales, iglesias y comedores populares.
Carrie Kitchen-Santiago, directora ejecutiva de Cathedral Kitchen, explicó a la Voz de América los resultados más notables de la organización en casi cinco décadas de trabajo.
“Ayudamos a las personas a tener trabajo en el campo culinario. Les ayudamos a conservar esos empleos. Ayudamos a las personas a conseguir alimentos, insumos para cocinar, artículos de higiene personal y también a acceder a servicios básicos que les ayudarán a estabilizar sus vidas”, dijo Kitchen-Santiago.
Cathedral Kitchen ha graduado a unas 400 personas en artes culinarias y de panadería en cursos que se organizan cada año. Los graduados reciben conocimientos financieros y capacitación en habilidades para las entrevistas de trabajo.
De acuerdo con la organización, más del 86 % de los graduados encuentran empleo durante los primeros tres meses posteriores a la graduación.
El placer de servir a los demás
Naimah Rutling es la chef principal en Cathedral Kitchen. Ella dice con orgullo que pertenece a la comunidad a la que asiste y tiene claro por qué trabaja para este proyecto.
“Decidí unirme a esta misión porque se trata de ayudar a las personas (…) Vengo de la misma zona, así que sé cómo es ayudar a los demás y recibir ayuda (…) Cuando vuelvo a casa por la noche, pienso en qué puedo hacer mejor hoy que ayer. Así que siempre estoy pensando en otras formas en las que puedo ayudar a las personas.
Miles de voluntarios de disímiles religiones y orígenes que residen en el sur de Nueva Jersey se disponen cada día para ayudar a servir las comidas, lo que ayuda a mantener bajos los costos de la organización.
John Frasca, que es contador, es uno de ellos. Dedica días del mes a servir como voluntario en Cathedral Kitchen. “Me hace bien hacerlo. Hay mucha necesidad en la comunidad. Necesitamos a más personas aquí, honestamente, para hacer este trabajo. Pero todos aquí la pasan bien, es una gran cosa lo que hacemos, saludamos a la comunidad y hacer que su día sea mejor”.
Los latinos y los afroestadounidenses entre los más vulnerables
De acuerdo con datos de Cathedral Kitchen, la composición demográfica de sus invitados es de aproximadamente un 45 % de afroamericanos, 25 % hispanos y 31 % caucásicos. El 82 % de ellos viven en Camden, una ciudad a menudo marcada por la violencia y vista en la década del 2000 como entre las más violentas de Estados Unidos.