REDACCIÓN SALUD. – Dormir bien protege la salud. Disminuye el riesgo de enfermarse y brinda la energía necesaria para encarar las actividades del día. De hecho, la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés), incluyó la calidad del sueño como uno de los ocho factores esenciales para cuidar el corazón, junto a otros puntos clave como la dieta, la actividad física, la exposición a la nicotina, el peso corporal y los niveles de colesterol, presión arterial y glucemia.
No obstante, a nivel mundial, las cifras muestran que aproximadamente el 40% de la población duerme mal, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto puede impactar de manera directa en el organismo a través de trastornos de estrés o de ansiedad, entre otros.
Según la Fundación del Sueño de los Estados Unidos (NFS, por sus siglas en inglés), las horas de sueño recomendadas para personas de 18 a 64 años son entre 7 y 9, mientras que en adultos mayores de 65, lo ideal es entre 7 y 8 horas.
Más allá del tiempo de descanso, es fundamental tener en cuenta otros aspectos que hacen a un sueño reparador, en pos de afrontar la cotidianidad con energía y que nuestro rendimiento no se vea perjudicado. En el Día Mundial del Sueño, que se celebra hoy 17 de marzo, 5 claves para dormir bien:
1- Establecer un horario de descanso
Así como en el trabajo y en otras obligaciones cotidianas debemos ser puntuales, cumpliendo no solo con objetivos sino también con un rango de tiempo específico, al momento de dormir también es fundamental organizarse.
2- Evitar el uso del celular antes de acostarse
Si bien en las horas previas a dormir no se recomienda la exposición excesiva a las pantallas, en el momento del descanso esta costumbre puede ser aun más contraproducente.
3- Alimentación saludable
Los especialistas llaman a evitar las comidas pesadas y el alcohol antes de ir a dormir, puesto que intensificar el trabajo del sistema digestivo puede generarnos hinchazón e incomodidad. Además, las bebidas alcohólicas suelen tener efectos estimulantes.
4- Actividad física
El ejercicio físico regular contribuye a tener un buen descanso y beneficia nuestra salud, pero debe realizarse hasta algunas horas previas al momento de acostarse. “A muchas de las personas que no duermen bien, el hacer ejercicio a la noche les eleva la cantidad de adrenalina y después están muy activados y les cuesta dormir”, describió López Rosetti.
5- Crear un entorno adecuado
Es importante que el cerebro asocie el dormitorio con el descanso. Utilizar la habitación sólo para dormir resulta fundamental para el sueño. En ese contexto, hay que evitar que el espacio esté muy iluminado o se encuentre en temperaturas de mucho frío o calor.