REDACCIÓN. – Desconectar un televisor directamente de la toma eléctrica sin haberlo apagado previamente es más común de lo que parece. Muchas personas lo hacen para ahorrar energía, proteger el aparato de posibles picos de voltaje o simplemente por comodidad.
No obstante, esta práctica puede tener consecuencias negativas tanto para el televisor como para la seguridad del hogar, además de afectar el consumo energético de manera no siempre favorable.
Entre las consecuencias de desconectar el televisor sin apagarlo están: provocar fallos técnicos, reducir la vida útil del dispositivo y, en casos extremos, generar riesgos eléctricos.
Cuando un televisor moderno es desconectado directamente de la toma eléctrica sin apagarse antes, los componentes internos, como los condensadores, pueden sufrir descargas bruscas de energía.
Esto ocurre porque los televisores actuales, especialmente los Smart TV, que no se apagan presionando el botón de apagado, entran en un estado de “suspensión” o standby. Entonces, la interrupción abrupta daña los circuitos internos con el tiempo, particularmente si se repite con frecuencia.
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También, los condensadores encargados de almacenar energía temporalmente, son especialmente vulnerables, porque las descargas repentinas pueden provocar sobrecalentamientos o incluso fallos irreversibles en el sistema eléctrico del televisor.
Cómo afecta esta práctica a la vida útil del televisor
La desconexión directa también puede acortar la vida útil del televisor. Los componentes electrónicos están diseñados para apagarse gradualmente, lo que les permite manejar la energía de manera controlada. Este proceso evita un desgaste acelerado y mantiene su funcionalidad por más tiempo.
Cuando se desconecta sin previo aviso, se fuerzan los componentes internos a interrumpir bruscamente su actividad, algo para lo que no están preparados.
Esto genera un estrés adicional que con el tiempo, puede provocar fallos prematuros en la pantalla, en el sistema de retroiluminación o incluso en la placa base del dispositivo.
Qué riesgos eléctricos tiene desconectar el televisor sin apagarlo
Desconectar un televisor sin apagarlo también puede representar un peligro eléctrico, especialmente en hogares con instalaciones eléctricas antiguas o defectuosas. La descarga abrupta de energía puede provocar chispas en el enchufe o en el propio televisor, aumentando el riesgo de cortocircuitos.
Además, en casos extremos, esta práctica puede ocasionar incendios domésticos, particularmente si hay acumulación de polvo o cables en mal estado cerca de la toma eléctrica.
Por esta razón, es fundamental verificar el estado de las conexiones eléctricas y evitar manipular el enchufe cuando el dispositivo aún está operativo.
Qué mitos existen alrededor del uso del televisor
Muchas personas desconectan el televisor pensando que están reduciendo significativamente su consumo energético. Sin embargo, los televisores modernos en modo standby consumen cantidades mínimas de electricidad, generalmente menos de 1 vatio por hora.
Este consumo es insignificante en comparación con los riesgos potenciales asociados a la desconexión abrupta para todo un hogar.
También, para aquellos interesados en minimizar su huella energética, existen alternativas más efectivas, como utilizar regletas con interruptores automáticos o programar el apagado total del televisor a través de sus opciones de configuración.
Estas soluciones no solo protegen el dispositivo, sino que también optimizan el consumo energético sin comprometer la seguridad.
Cómo evitar daños en el televisor
Para proteger el televisor y garantizar un uso seguro, es esencial seguir algunas prácticas sencillas. Primero, siempre apaga el televisor completamente desde su mando o panel antes de desconectarlo de la corriente. Esto permite que los circuitos internos se apaguen de manera controlada.
Otra medida efectiva es utilizar protectores contra sobretensiones, que regulan la corriente eléctrica y protegen el televisor frente a picos de voltaje.
Asimismo, en caso de tormentas eléctricas o ausencias prolongadas, hay que desconectar los aparatos electrónicos, pero siempre asegurándose de que estén completamente apagados antes de hacerlo.