Santo Domingo. – El catedrático universitario, Francisco Luciano, aseveró que una gran cantidad de escuelas además de ser insuficientes muchas no tienen agua potable, faltan butacas, otras no tienen iluminación adecuada para garantizar un ambiente idóneo, algunas no tienen energía eléctrica. De manera que el reto que tienen las autoridades educativas del país es el de tratar de arreglar las diferentes problemáticas que existen y no el de politizar la educación.
“El único problema es que arreglando la carga en el camino el calendario va avanzando y luego tenemos malos resultados en las pruebas nacionales de los alumnos de término o en las pruebas de control estandarizada internacional”, declaró Luciano.
El también profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) expresó que si por su criterio dependiera no existiera educación privada y solo habría pública. La situación económica que está pasando con la clase media dominicana se va a reflejar en la educación y todos los sectores. Los ingresos están congelados, pero además la tanda extendida y los incentivos del Estado ayudan, aunque la educación no sea totalmente de calidad.
“Nuestra constitución no prohíbe el ejercicio de la educación privada, pero establece que es responsabilidad del Estado. Hay que garantizar la educación pública, gratuita y obligatoria en el nivel preuniversitario y hacia ahí es que tiene que ir la sociedad dominicana”, enunció.
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Durante la entrevista central del programa Matutino Su Mundo comunicó que aplicar la política educativa es hacer lo correcto, es contratar al técnico correcto, es aplicar el programa correcto, es garantizar que la innovación ingrese al sistema educativo y que este vaya mejorando constantemente.
“Siempre será mejor una escuela al aire libre a que no haya ninguna”, destacó.
Por último, dijo que hay una demanda alta de maestros y por tal razón puso el ejemplo de que, si el sistema educativo hace un concurso para tres mil quinientos maestros y existen catorce mil en dicho concurso, no pueden seleccionarlos a todos, por ende, al final solo escogerán a los tres mil quinientos maestros.
“Lo que sería una perversidad es que a personas que tengan las competencias se excluyan y se dejen fuera del programa, eso es lo que no debe ser”, finalizó.
