Al menos 80 personas murieron y más de 200 resultaron heridas en una conmemoración de un destacado general iraní asesinado por Estados Unidos en 2020. Nadie se ha atribuido la responsabilidad del atentado más sangriento contra Irán desde su Revolución Islámica de 1979.
El presidente Ebrahim Raisí acusó a Israel y a Estados Unidos de estar involucrados con la intención de expandir la guerra en Gaza al Líbano y al resto de la región. Imágenes de satélite mostraron grandes multitudes reunidas el miércoles en la ciudad de Kermán en el cuarto aniversario del asesinato por Estados Unidos del general Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds, élite de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Se produjeron dos explosiones cerca de su tumba cuando cientos de personas se reunieron para el homenaje. El Departamento de Estado de Estados Unidos ha desestimado las acusaciones de implicación calificándolas de ridículas.
Además, Alí Jamenei, líder supremo de Irán, ha amenazado con “una dura respuesta” a los responsables del atentado.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, aseguró en rueda de prensa: “Estados Unidos no estuvo involucrado de ninguna manera y cualquier sugerencia en sentido contrario es ridícula. Y en segundo lugar, no tenemos motivos para creer que Israel estuviera involucrado en esta explosión”.
El ataque del miércoles se produce en medio de crecientes tensiones en la región después de que el número dos del grupo palestino Hamás, respaldado por Irán, fuera asesinado en un ataque con drones israelíes en el Líbano. Las autoridades iraníes han declarado este jueves como día de luto nacional.
