Después de que José Raúl Mulino, presidente panameño, ofreciera asilo político a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro rechazó tajantemente la propuesta.
Mulino ha sido uno de los jefes de Estado latinoamericanos más críticos con el oficialismo venezolano, siendo uno de los primeros en cortar relaciones diplomáticas tras las elecciones del 28 de julio.
“Quien se mete con Venezuela, se seca”, así respondió Maduro al presidente de Panamá a través de una alocución televisada por el canal estatal VTV, donde el heredero del chavismo descartó totalmente la posibilidad de tomar su ofrecimiento de asilo político para avanzar en las negociaciones con la oposición, que continúa manifestando su inconformidad con los resultados electorales del 28 de julio.
La reacción de Maduro llega después de que Mulino ofreciera una entrevista para CNN, donde reafirmó que su Gobierno estaría dispuesto a darle asilo político al mandatario venezolano, junto con su familia, como parte de un “sacrificio” que su país podría afrontar para facilitar la pacificación política en el país vecino.