Santo Domingo, RD.- El secretario de Relaciones Internacionales del partido Fuerza del Pueblo, Manolo Pichardo, respondió al ministro de Relaciones Exteriores, canciller Roberto Álvarez, dijo que considera “antinacional” la insistencia de mantener el proyecto de Ley de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes.
Pichardo afirma que, mediante un artículo publicado el 25 de febrero, el funcionario intenta descalificar la posición del presidente de la Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández. Por lo que señaló que este “no propone de qué forma debería modificarse el anteproyecto para estar acorde con su interpretación del derecho nacional e internacional”
El también miembro de la Dirección Política de la Fuerza del Pueblo aseguró que el líder de la oposición, Leonel Fernández, ha sugerido que “no se reintroduzca el referido anteproyecto, toda vez que entiende, y emite argumentos sólidos que lo justifican, que los acuerdos, leyes y resoluciones existentes son un mecanismo idóneo para enfrentar este flagelo”.
Canciller defiende ley de Trata
Se pregunta Pichardo: “¿O es que no leyó o comprendió bien el artículo?”, esto refiriéndose a que a que el canciller dominicano respondió al expresidente de la Republica sin antes leer con detenimiento lo que este plantea.
En lo que denomina respuesta final a los repetidos argumentos manipulados del canciller, Pichardo, remacha estableciendo que, “el funcionario también insiste en defender la permanencia del Principio de No Devolución, ignorando una vez más la realidad geopolítica de nuestro país, sabiendo que, por la propia definición que establece el proyecto de Ley de Trata, supone una herramienta para abrir puertas a la migración irregular y atar de manos a las autoridades encargadas de la repatriación (…)”.
En el documento emitido por Pichardo, este explicó, que “el referido principio, establece que si la víctima (migrante), optase por quedarse en el país deberá ser beneficiado con la regularización y podrá optar por los beneficios y asistencia sociales que brinda el Estado dominicano; lo que, por supuesto, será financiado con el bolsillo de nuestros ciudadanos, carentes, muchos de ellos, de los beneficios que se les brindaría a los extranjeros”.