Jamás pasamos debajo de una escalera; nunca abrimos un paraguas bajo techo; llevamos la cintita roja atada en la muñeca… Sí, todos somos al menos un poco supersticiosos. Y el Martes 13 no es la excepción: si pudiéramos, muchos lo sacaríamos del calendario.
¿Mito o verdad? Lo cierto es que, en el podio de las supercherías, el martes 13 se posiciona sin dudas en el escalón número uno, lo que la convierte en una de las creencias mágicas a las que todos respetamos (y un tanto tememos).
Tanto así es, que la fecha cuenta con refrán propio. “Martes 13, no te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes”, aconseja la frase popular que las abuelas solían repetir hasta el cansancio cada vez que se acercaba en el almanaque.
Misterioso y cargado de símbolos, mucho se escrito sobre la mala suerte que acarrea. Sin embargo, poco sabemos sobre el origen de esta enigmática creencia. Descubrámoslo.
¿El 13 es un número de mala suerte?
Las versiones con respecto a este número son muchas. Primero, “la mala fama del 13 puede tener que ver con la carta del Tarot que lleva ese valor, que es la carta de la muerte”, detalla la astróloga Patricia Kesselman.
Y agrega: “Corresponde al primer número después de la finalización de un ciclo (12) y se relaciona con un nuevo inicio (nacimiento, muerte y regeneración) pasando, previamente, por la disolución”.
Esta carta se refiere a la primera fase después de un deceso, del cese de las funciones cardíacas y de la separación del alma del cuerpo físico.
Otros creen, además, “que la destrucción de la torre de Babel se produjo un día martes 13 y, por eso, también se lo asocia con todo tipo de destrucción”, detalla Kesselman.
Sobran razones si queremos pensar que el martes 13 es un día de desgracias y mala suerte. Sin embargo, esas connotaciones negativas no tienen fundamentos científicos, por lo cual debemos tener muy claro que sólo se trata de una superstición.