Luego de una transición marcada por una arremetida judicial y numerosos intentos por frenar su asunción al poder, Bernardo Arévalo de León fue investido presidente este lunes 15 de enero en la madrugada, cuando la mayoría de los invitados extranjeros se habían retirado.
“Nunca más el autoritarismo, nunca más la violencia o la arbitrariedad para mantener agendas particulares. Nunca más se doblegarán las instituciones ante la corrupción y la impunidad”, remarcó Arévalo en referencia a sus principales promesas de gobierno, en un país con profundos problemas de corrupción que, incluso, durante meses dejaron en incertidumbre su posesión, como subrayaron la Unión Europea y Naciones Unidas.
El mandatario también expresó su agradecimiento a los ciudadanos en general y especialmente a los pueblos originarios que, una vez más, en medio de las dificultades para concretar su investidura, se manifestaron a su favor.
“Mi agradecimiento personal, nuestro agradecimiento como nación, a los líderes ancestrales indígenas, por su valiente lucha por la democracia, por su papel destacado en movilizar a los cuatro pueblos en su defensa”, señaló el presidente en medio de aplausos.
La investidura se retrasó por unas diez horas en medio de la tensión en el Congreso de Guatemala debido a una disputa por las credenciales que estaba obstaculizando la toma de posesión de los nuevos legisladores para el periodo 2024-2028.
“El Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Constitucionalidad han protegido la democracia, deseo soberano de los guatemaltecos. El respaldo de las naciones democráticas del mundo ha sido crucial porque han permitido que esté acá, y superar el primer gran compromiso”, afirmó Arévalo después de que se resolvieran los obstáculos en la instalación del Congreso.
“No puede haber democracia sin Justicia social”, las promesas de Arévalo
El nuevo mandatario de los guatemaltecos reiteró sus proyectos bandera de Gobierno. Entre ellos, se refirió al respeto por los Derechos Humanos, los migrantes y el cambio climático.
Asimismo, el líder del Movimiento Semilla prometió trabajar para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos del país centroamericano. “El Estado asumirá su rol histórico de generar desarrollo en aspectos esenciales como la electricidad, el saneamiento ambiental, la educación y la generación de esto creará miles de nuevos empleos en todo el territorio nacional”, aseguró.
En ese sentido, Arévalo prometió tomar medidas que promuevan la inversión local y extranjera para expandir la estructura productiva del país.
“Nuestra propuesta de gobierno en una fórmula sencilla: No puede haber democracia sin justicia social y esta no puede prevalecer sin la democracia. A pesar de su simplicidad, esta fórmula notoriamente ha estado ausente en la administración gubernamental en gran parte de nuestra historia”, destacó.
Además, el líder político indicó que los migrantes y la igualdad de género serán pilares fundamentales en su Administración para formar una sociedad justa. Arévalo prometió integrar a los migrantes en los problemas que afectan al país.
“Trabajaremos con ellas. Deben trabajar en sus comunidades (…) Trabajaremos con el diálogo para la construcción de un futuro más justo y próspero para todos. Hemos dado énfasis para mantener abiertos los canales de comunicación con diversos sectores”, refrendó.
Según estimaciones oficiales, más de tres millones de ciudadanos de Guatemala residen en Estados Unidos y sus remesas sostienen a casi el 35 % de la población.
Pero el cumplimiento de sus promesas encara serios desafíos, ante la complejidad de las problemáticas y al tiempo que deberá luchar por mantener a flote su propia gobernabilidad.
Desde que Arévalo de León obtuvo el segundo lugar en las elecciones presidenciales de junio de 2023, el Ministerio Público (Fiscalía) de Guatemala empezó una persecución judicial frontal para evitar que el académico tomara posesión, al igual que los diputados del Movimiento Semilla.
