La OTAN ha anunciado que llevará a cabo lo que será el mayor ejercicio militar desde la Guerra Fría. El entrenamiento, conocido como “Steadfast Defender 2024”, comenzará la próxima semana y se extenderá hasta el mes de mayo.
Las maniobras sin precedentes contarán con más de 90.000 tropas de los 31 países de la alianza occidental y Suecia, cuya entrada en la OTAN está a punto de convertirse en una realidad tras el visto bueno del Parlamento de Turquía. En el ejercicio también participará el conjunto completo de buques de guerra, fuerzas aéreas y otros activos militares.
“Yo diría que la gran diferencia con respecto a hace un año es que han sucedido muchas cosas en las fuerzas armadas y en las organizaciones de defensa”, dijo el almirante holandés Rob Bauer, presidente del Comité Militar de la OTAN.
“No digo que mañana vaya a ir mal, pero tenemos que darnos cuenta de que no es un hecho que estemos en paz y que por eso tenemos los planes listos”, añadió.
El último simulacro más grande de la OTAN fue el “Reforger 1988”, en el que participaron 125.000 tropas de la alianza, y fue en ese momento el mayor despliegue de fuerzas terrestres en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Un conflicto simulado “contra un adversario cercano”
El escenario de “Steadfast Defender 2024” es un conflicto simulado “contra un adversario cercano”. El ejercicio tiene como objetivo disuadir a Rusia de atacar a un país miembro de la OTAN.
Sin embargo, el Kremlin ha negado tener tales planes, igual que negó tener cualquier intención de atacar a Ucrania hace dos años. Según los planes de defensa de la OTAN, sus principales adversarios son Rusia y las organizaciones terroristas.
Uno de los objetivos prácticos de los ejercicios es trabajar en el despliegue rápido y sin obstáculos de tropas desde América del Norte a Europa.
El presidente del Comité Militar de la OTAN afirmó anteriormente que el mundo “puede haber sido demasiado optimista en 2023, y es importante que en 2024 no nos volvamos demasiado pesimistas”.