Todo un éxito, Ricky Martin logró fidelizar una fanaticada a lo largo de sus casi cuatro décadas de carrera que va desde hombres y mujeres hasta niños, al punto de que, independientemente del concepto que traiga en cada concierto, recoge los frutos de esa relación con sus seguidores, evidenciada en un público que se rinde ante él y sus éxitos de principio a fin.
Esta vez no fue la excepción, aunque más escueto que otras veces a la hora de dirigirse a la audiencia, Enrique Martín Morales, nombre de pila del artista boricua, volcó toda su energía en las canciones que preparó para su concierto sinfónico que marcó su regreso a la República Dominicana.
Escenario
Acompañado de la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección del maestro dominicano José Antonio Molina, y por sus músicos que siempre están junto a él, Ricky recorrió su carrera como solista, resumida en 22 canciones que puso a temblar el emblemático anfiteatro Altos de Chavón, el cual estuvo poco más allá de su capacidad, dejando a algunos parados.
Iniciando con “Pégate”, de su unplugged del 2006, y pasando de inmediato a su disco “Música + alma + sexo” del 2011 con “Volverás” inició el concierto que se extendió durante una hora y 30 minutos, esta vez producido por el empresario artístico Gamal Haché.