El puente de Crimea, que une la ocupada península con Rusia, ha quedado dañado tras una fuerte explosión este sábado. Al menos tres personas murieron, según Rusia, pasajeros de un automóvil que estaba al lado del camión que explotó. La explosión incendió siete tanques de combustible en un tren que se dirigía a la península.
Moscú sospecha que Ucrania está detrás del ataque a la infraestructura que es un símbolo de la anexión rusa en 2014, y ha iniciado una investigación.
Las autoridades rusas decidieron no suspender el tráfico naval bajo el puente, pero este mapa de MarineTraffic.com mostraba importantes cuellos de botella en el estrecho de Kerch a las dos de la tarde. La circulación al tráfico de vehículos ya ha sido reabierta.
El Primer Ministro de Crimea nombrado por Rusia, Sergei Aksyonov, aseguró que los trabajos de restauración comenzarán este mismo sábado en cuanto finalice la recogida de pruebas y envió un mensaje de tranquilidad.
“Quiero asegurar a los habitantes de Crimea que las reservas de combustible son suficientes para un mes. No debería haber problemas. Las reservas de alimentos son suficientes para más de dos meses, no hay riesgos en este sentido. Pido a todos los habitantes de Crimea que mantengan la calma y a todos los turistas de la península que sean pacientes”.
“La construcción del siglo”
Mientras tanto en el centro de Kiev los ucranianos celebraban el siniestro frente a esta postal colocada a tal efecto.
“Fue maravilloso”, cuenta Olena. “Cuando me desperté y leí las noticias no me lo creía. Esperaba que pasara algo, porque ayer era el cumpleaños de Putin, que cumplía 70 años. Así que esperaba un regalito de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Y sucedió, con un poco de retraso, pero así es la vida, espero que el dictador pueda perdonarnos”.
Además de la pesadilla logística, el bombardeo es un duro golpe para Rusia. Con 19 kilómetros de largo, el puente más largo de Europa fue inaugurado por el presidente Putin en mayo de 2018 y considerado “la construcción del siglo”.
