REDACCIÓN.- El senador estadounidense Chris Van Hollen (demócrata) pidió este jueves a los gobierno de Estados Unidos y de El Salvador que se lleve a cabo un debido proceso al salvadoreño Kilmar Ábrego, detenido en la megacárcel Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) tras ser deportado desde Estados Unidos a pesar de tener un estatus legar en el país norteamericano.
El demócrata llegó el miércoles a El Salvador con el objetivo de verificar el estado de Ábrego y este jueves intentó sin éxito visitarlo en la prisión de máxima seguridad donde están encarcelados líderes de las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18.
Van Hollen dijo hoy en una conferencia de prensa en San Salvador que Ábrego «tiene derecho a un debido proceso» y aseguró que el salvadoreño «fue sacado ilegalmente, raptado y traído a El Salvador».
«Él (Ábrego) tiene derecho a sentarse frente a un juez y que se lleve a cabo un debido proceso, porque si esto no funciona para él va a llegar un momento en que no va a funcionar para ningún miembro de la sociedad americana», manifestó el senador.
Aseguró que va «a seguir en esto mientras el señor Ábrego García no tenga su debido proceso» porque «las cortes de los Estados Unidos han establecido que fue raptado ilegalmente y que tiene que regresar a los Estados Unidos».
Van Hollen añadió que «el pueblo de los Estados Unidos desea tener buenas relaciones con El Salvador, pero mientras el Gobierno de El Salvador siga complaciente en su manera de pensar ahora y en la detención ilegal, en el rapto del señor Ábrego García y tenerlo en el Cecot entonces van a haber propuestas de acciones que vamos a tomar».
Van Hollen fue recibido el miércoles por el vicepresidente salvadoreño, Félix Ulloa, a quien le pidió la liberación de Ábrego. No obstante, el Ulloa respondió a la solicitud que «no estaba dentro de sus posibilidades».
El senador estadounidense ha asegurado, en reiteradas ocasiones, que Ábrego no es miembro de la MS13 y que no ha cometido algún delito en el país norteamericano.
El salvadoreño Ábrego es uno de los más de 200 migrantes -en su mayoría venezolanos- que fueron expulsados de EE.UU. el pasado 16 de marzo y enviados a la prisión de alta seguridad sin posibilidad de apelar sus casos ante una corte, lo que grupos de defensa de los derechos humanos han calificado como «desaparición forzada».
El Gobierno del presidente Donald Trump ha defendido las expulsiones acusando a los migrantes de tener vínculos con las organizaciones delictivas transnacionales Tren de Aragua, que surgió en una cárcel de Venezuela, y la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), calificadas recientemente por Washington como grupos terroristas.»
Sin embargo, múltiples investigaciones de medios de comunicación estadounidenses han demostrado que la mayoría de los migrantes expulsados a El Salvador no tienen antecedentes penales.
El salvadoreño, que fue arrestado por autoridades migratorias en un retén de tráfico, tenía un estatus legal en EE.UU. que lo protegía de la deportación y está casado con una ciudadana estadounidense.
Ábrego García residía en el estado de Maryland, tras huir de El Salvador por las extorsiones y amenazas que él y su familia recibieron por parte de la pandilla Barrio 18, de acuerdo con documentos judiciales presentados por su defensa. EFE