La escasez de municiones del Ejército ucraniano amenaza con debilitar las posiciones de Ucrania en la línea del frente de 1.000 kilómetros, bajo el fulminante ataque de la artillería rusa.
Tras la retirada de las fuerzas ucranianas de la ciudad de Avdivka, el Gobierno de Biden vinculó el golpe infligido por las tropas rusas a la inacción del Congreso de EE.UU., donde tras meses de negociaciones el paquete de ayuda a Ucrania recibió la semana pasada la luz verde del Senado, pero el bloqueo en la Cámara de Representantes se mantiene sin un final claro a la vista.
“Pagamos el retraso” de la ayuda “con las vidas de nuestros soldados”
El estancamiento del apoyo financiero estadounidense preocupa a un oficial de brigada: “Ese dinero está destinado a la producción de proyectiles de la OTAN para nosotros. Pero lamentablemente esto va muy lentamente. Pagamos ese retraso y esa disminución de la ayuda con las vidas de nuestros soldados”.
En otros frentes, como en la provincia de Zaporiyia, los soldados racionan las pocas municiones de las que disponen. Es el caso de Oleksandr, un comandante de artillería que deja pasar un vehículo blindado ruso sin atacarlo: “Si no hay objetivos reales, entonces no disparo. Así mañana tendremos más munición”, afirma.
El Ejército ucraniano recurre también a la artillería de la época soviética, a pesar de su antigüedad y falta de precisión.
Durante semanas, las fuerzas ucranianas a lo largo de la línea del frente se han quejado de una escasez crítica de municiones, y algunas unidades de artillería combaten con apenas el 10% del suministro que necesitan.
