EURONEWS.- Al lado del hospital de Kirikhan se ha instalado otro de campaña. Es la ciudad del sur de Turquía más afectada por el terremoto. El equipo médico belga que lo abrió está ayudando a atender a los pacientes que no pueden acudir al habitual por los daños que ha sufrido el edificio. Cuentan con una sala de urgencias completa con rayos X, laboratorio y farmacia, y pueden atender a más de 100 pacientes al día.
“Hoy ha llegado gente con fracturas desde pueblos, Y han tenido que buscar transporte, probablemente porque duermen en un coche”, explica un enfermero.
Tal ha sido la magnitud de la catástrofe que muchos de los heridos en el terremoto es la primera vez que reciben atención médica. Se ha prestado especial atención al cuidado de los menores, como detalla la pediatra Els Duval: “Esta mañana hemos visto a muchos niños que vienen de los campos de tiendas de campaña, de los campos de refugiados. Esos niños han pasado por muchas cosas, así que intentamos que se diviertan lo más posible en un entorno como éste”.
Desde el punto de vista logístico ha sido una proeza. Todas las instalaciones, como la depuradora, se han terminado justo a tiempo. Bastiaan Ruys, responsable de logística, asegura que “la depuración del agua es necesaria aquí porque estamos en una zona sísmica. Muchas tuberías están dañadas, por lo que no se puede garantizar la pureza del agua de la red”.
Para empezar, el equipo belga permanecerá aquí dos semanas, durmiendo junto al hospital en tiendas de campaña. Su objetivo, dicen, es “llevar esperanza y felicidad”.
