Washington.– La Casa Blanca confirmó que no se realizará “en un futuro inmediato” la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, prevista para llevarse a cabo en Budapest como parte de los esfuerzos para avanzar en un acuerdo de paz en Ucrania.
Un funcionario del gobierno estadounidense explicó que, tras una conversación “productiva” entre el secretario Marco Rubio y el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se consideró que no era necesaria una reunión presencial entre los mandatarios por el momento.
El encuentro no tenía fecha definida, pero Trump había adelantado que esperaba reunirse con Putin en las próximas dos semanas en Hungría. Según comentó luego a la prensa, decidió posponer la cumbre para evitar una reunión “infructuosa”. “No quiero tener una reunión desperdiciada. No quiero perder el tiempo”, afirmó el presidente.
Rusia rechaza un alto al fuego sin condiciones previas
Desde Moscú, Serguéi Lavrov descartó un alto al fuego inmediato en Ucrania, asegurando que deben abordarse primero las causas del conflicto, como las aspiraciones de Kiev de ingresar en la OTAN y la protección de los ciudadanos rusoparlantes.
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Lavrov subrayó que lo importante no es la fecha ni el lugar de la cumbre, sino cómo avanzar en los acuerdos alcanzados previamente. También cuestionó a los países europeos por, según él, intentar influir en la postura de Estados Unidos.
Tensión entre aliados y dudas sobre el rumbo diplomático
El diario Financial Times reveló que la reciente reunión entre Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, fue incómoda, y que el mandatario estadounidense habría sugerido a Ucrania ceder parte de su territorio a Rusia para facilitar un acuerdo. No obstante, ambos coincidieron públicamente en la necesidad de reducir tensiones con Moscú.
Zelenski, junto a varios líderes europeos, acusó a Putin de intentar frenar o retrasar los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la invasión.
Sin urgencia, según el Kremlin
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, minimizó la importancia del aplazamiento y afirmó que “no hay sensación de urgencia” para realizar el encuentro. “Se necesita preparación, una preparación seria”, insistió.
