Santo Domingo.- Waldys Taveras, director ejecutivo de la Mancomunidad del Gran Santo Domingo, calificó como positiva la decisión del presidente Luis Abinader de cerrar el vertedero de Duquesa, destacando que esta medida es fundamental debido a los bajos recursos que recibe la instalación por cada tonelada de basura gestionada a nivel regional.
En una entrevista en el programa Matutino Su Mundo, Taveras también señaló la grave situación ambiental que genera Duquesa, revelando que más de 16,000 galones de aguas negras, con heces fecales, son vertidos diariamente al río Isabela, afectando el subsuelo y, finalmente, los hogares de cientos de dominicanos.
Según Taveras, Duquesa representa un peligro ambiental significativo, ya que es el mayor vertedero a cielo abierto de la región y la mayor cloaca de la República Dominicana.
“El cierre de Duquesa es una necesidad urgente, pero es crucial que se plantee una solución viable para la disposición de las 4,500 toneladas de residuos sólidos que produce el Gran Santo Domingo cada día”, expresó Taveras.
El director también destacó que el presupuesto de Duquesa es limitado, con 15 millones de pesos provenientes del Ministerio de Medio Ambiente y 5 millones del Ayuntamiento del Distrito Nacional, lo que equivale a menos de un millón de pesos por día para operar. A pesar de los bajos recursos, subrayó que el equipo que trabaja en el vertedero lo hace con dedicación y compromiso.
Taveras señaló además la existencia de un “submundo” en Duquesa, donde intereses oscuros, como la compra de materiales reciclables a los buzos a precios bajos, han impedido avanzar en una solución efectiva. “Existen tentáculos que se benefician de esta situación, lo que obstaculiza el desarrollo de alternativas viables para el cierre de Duquesa”, afirmó.
En cuanto al proyecto de ley aprobado por el Senado sobre el Fideicomiso de Residuos Sólidos, Taveras criticó la clase empresarial involucrada, calificándola de “irresponsable”, pues, según él, solo busca beneficios inmediatos sin pensar en una solución a largo plazo.
Finalmente, hizo hincapié en la falta de fiscalización por parte del Congreso en los préstamos otorgados para resolver el problema del vertedero. “Es como si alguien te prestara dinero para un propósito y, al final, te volviera a prestar la misma cantidad sin mostrar qué se hizo con el dinero anterior”, concluyó Taveras.
