La Organización de los Estados Americanos (OEA), es el organismo regional más antiguo del mundo. Su origen se remonta a la primera conferencia internacional americana, celebrada en Washington D.C. entre octubre de 1889 y abril de 1890.
En esta reunión se aprobó el 14 de abril de 1890, la creación de la unión internacional de las repúblicas americanas. La carta de la OEA fue suscrita en Bogotá en 1948 y entró en vigor en diciembre de 1951.
Los propósitos esenciales de la OEA son los siguientes: afianzar la paz y la seguridad del continente; promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención; prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre los estados miembros; organizar la acción solidaria de éstos en caso de agresión; procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos que susciten entre ellos; promover, por medio de la acción cooperativa, su desarrollo económico, social y cultural, y alcanzar la efectiva limitación de armamentos convencionales que permita dedicar el mayor número de recursos al desarrollo económico y social de los estados miembros.
Las raíces de la olla se remontan mucho más allá de la carta de Bogotá. La idea original de crear una asociación de estados en las Américas fue iniciativa del libertador Simón Bolívar quien para tal fin convocó el congreso de Panamá que tuvo lugar en 1826.
El ideal bolivariano se proyectó a través del tiempo y el 14 de abril de 1890 la primera conferencia internacional americana está apareció la unión internacional de las repúblicas americanas y sus Secretaría, la oficina comercial de las repúblicas americanas, entidad pro cursor de la OEA que a partir de 1910 se convirtió en la unión Panamericana.
Los estados del hemisferio plasmaron principios como el de no intervención, en la igualdad jurídica de los estados, y resolución pacífica de controversias, que más tarde fueron incorporadas en la carta y siguen orientando la acción de la organización. También en ese entonces el creciente interés por el asuntos por los asuntos hemisféricos condujo a la formación de diversos organismos especializados, que en la actualidad responden a los intereses de las naciones americanas en sus respectivos campos de acción.
La organización Panamericana de la salud 1902; el Instituto interamericano del niño 1924; la Comisión interamericana de mujeres 1928; el Instituto panamericano de geografía e historia 1928; el Instituto indigenista interamericano 1940; y el Instituto interamericano de cooperación para la agricultura 1942.
La huella ha desempeñado una tarea de envergadura en el campo del desarrollo y la codificación del derecho internacional. En sus órganos se han adoptado más de un centenar de convenciones que regulan numerosos aspectos del derecho internacional público y privado.
El plan de acción señala que la OEA le corresponde un papel primordial en el seguimiento de las diferentes decisiones adoptadas en la cumbre, en especial: el fortalecimiento de la democracia, la promoción y protección de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, la eliminación de la amenaza del terrorismo nacional e internacional, el fomento de la confianza mutua, el libre comercio de las Américas, las telecomunicaciones y la infraestructura de la información, la promoción de los valores culturales, la lucha contra el problema de las drogas ilícitas y delitos con esos, la cooperación de ciencia y tecnología; el fortalecimiento del papel de la mujer en la sociedad; y la alianza para preservación del medio ambiente. De groso modo este es el papel fundamental de lo que es la organización de estados americanos.