BRUSELAS. Los líderes de Latinoamérica dejaron clara su intención de fortalecer los lazos entre los dos continentes, destacando los valores comunes de ambos territorios en la Cumbre UE-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que inició este lunes en Bruselas.
Pero también afirmaron querer una relación justa. “Necesitamos un sindicato que ponga fin a la división internacional del trabajo que condena a América Latina y el Caribe a abastecer de materias primas y mano de obra mal pagada y discriminada”, anunció Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil. en el mayor Encuentro actual del país.
El primero de los dos días de la cumbre se centró en la intención de estrechar lazos y revitalizar las relaciones después de ocho años de casi parálisis, con una mayoría de líderes de la UE (25 de 27) y Celac (23 de 33). asistió.
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Esta cumbre cuenta con la presidencia española del Consejo de la UE y el compromiso personal del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la oportunidad había llegado. “Llevamos más de un año trabajando en esta cumbre”, admitió Sánchez, que se ausentó de la cena de gala por asistir a un mitin en Huesca, aunque pronto regresará a Bruselas para las sesiones del martes.
El comercio, la inversión o el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas, con la propuesta de la UE contemplando la creación de un órgano de representación con la región que facilite los contactos con una organización poco estructurada, son los principales objetivos. La idea es que la próxima cumbre se realice en Colombia en 2025.
Algunos acuerdos bilaterales
Durante esta primera sesión, la UE firmó acuerdos bilaterales con Argentina (cooperación energética), Honduras (para profundizar las relaciones bilaterales) o Ecuador (diálogo político y cooperación). El presidente de Chile, Gabriel Boric, aprovechó la visita a Bruselas para encuentros bilaterales con los jefes de Estado y de Gobierno de Austria, Finlandia y Dinamarca. En sus declaraciones públicas, el mandatario chileno también se apegó a la línea de Fernández y Lula, llamando a promover “un mayor grado de consenso en todas las dimensiones, no solo comercial y económica, sino también política y social”.
El Alto Representante para Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, admitió explícitamente que la UE no prestó suficiente atención a América Latina. Como dijo más metafóricamente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “este es un nuevo comienzo de una vieja amistad”. con “Mecanismos de Consulta”. “Lo que pasó en estos ocho años no tiene sentido”, subrayó.
“Queremos una relación comercial justa”, advirtió Lula. “Defender los valores medioambientales no debe ser excusa para el proteccionismo”, prosiguió, refiriéndose claramente a Francia o Austria, dos de los países con más condiciones para firmar el pacto.
De su lado, el primer ministro holandés, Mark Rutte, admitió fueron arrogantes como europeos y señaló que la UE pidió ayuda para aislar a Rusia, pero no había respondido a las preocupaciones de sus socios latinoamericanos en la misma medida.
