una Oleada de lava espesa cubrió una carretera en Islandia, dificultando el paso hacia la pequeña localidad costera de Grindavik y el popular balneario geotérmico Blue Lagoon.
Las autoridades siguen de cerca la trayectoria del asfalto disuelto por el magma, que avanza lentamente y proviene de un volcán activo que erupcionó a finales del mes de mayo, con lava que alcanzó hasta 50 metros de altura.
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Es la tercera erupción registrada en esa zona desde el mes de diciembre. Algunos ciudadanos se han quedado sin suministro de agua ni calefacción, En una época donde el país registra temperaturas heladas de varios grados bajo cero. Los servicios de emergencia protegen los postes eléctricos para evitar daños mayores.
La primera ministra, Katrín Jakobsdóttir, reconoce que la lava está avanzando “muy rápido” desde el cráter a otras zonas del sistema volcánico. Las autoridades de Protección Civil han declarado la alerta de alto riesgo en el área afectada.
