Con drones explosivos y cohetes, las fuerzas de Pakistán lanzaron embestidas aéreas sobre la fronteriza provincia de Sistán-Baluchistán, en el sureste de Irán, este jueves 18 de enero. Al menos nueve personas murieron, detallaron los medios estatales de la República Islámica.
Según un comunicado militar de Islamabad, los objetivos fueron bases utilizadas por el Frente de Liberación Baluchi (BLF) y el Ejército de Liberación Baluchi asociado.
“Esta mañana Pakistán llevó a cabo una serie de ataques militares de precisión altamente coordinados y específicamente dirigidos contra escondites terroristas en la provincia iraní de Siestan-Baluchistan. Varios terroristas murieron durante la operación de inteligencia”, señaló en un comunicado el Ministerio de Exteriores paquistaní.
Pero la mayoría de las víctimas mortales serían civiles, según las autoridades de Irán. “Tres mujeres y cuatro niños murieron en los ataques, ninguno de ellos con nacionalidad iraní”, declaró el vicegobernador de la provincia suroriental de Sistán- Baluchistán, Alireza Marhamati, citado por la agencia de noticias IRNA.
¿Quiénes son los grupos armados en medio de los enfrentamientos entre Irán y Pakistán?
El Frente de Liberación Baluchi (BLF) y el Ejército de Liberación Baluchi asociado, contra los que las fuerzas paquistaníes afirman que apuntaron este jueves, son grupos separatistas que buscan la independencia de la provincia de Baluchistán, ubicada en el suroeste de Pakistán, pero que se refugian en territorio iraní.
La reciente ofensiva que Islamabad describió como “ataques de precisión” y “coordinados” se registraron justo después de que en la noche del pasado martes 16 de enero la Guardia Revolucionaria de Irán lanzara bombardeos en el suroeste de Pakistán contra lo que aseguró eran bases del grupo separatista Jaish al-Adl.
Se trata de un movimiento sunita que opera desde la porosa frontera entre Irán y Pakistán y se opone al régimen chiita de Teherán.
El grupo se encuentra, además, respaldado por Israel, uno de los mayores adversarios de la República Islámica.
En la embestida iraní del pasado martes murieron dos niños, según informó Islamabad. Un hecho que desencadenó la mayor crisis diplomática entre las dos naciones vecinas, cuando Pakistán retiró a su embajador en la capital de la República Islámica y prohibió el retorno del representante diplomático de Irán a Islamabad.
Se prevén más ataques de retaliación. Un alto funcionario de seguridad paquistaní aseguró a Reuters que el Ejército de su país se encuentra en alerta “extremadamente” alta y que afrontaría con fuerza cualquier “desventura” del lado iraní.
Si bien durante décadas Islamabad y Teherán se han acusado mutuamente de brindar refugio a grupos “terroristas” en sus respectivos territorios, estos son los ataques transfronterizos de más alto perfil en los últimos años y se producen en medio de crecientes preocupaciones sobre la inestabilidad en Medio Oriente desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás, en Gaza, el pasado 7 de octubre.
La escalada del conflicto israelí-palestino ya ha desencadenado otras tensiones armadas en la región, con enfrentamientos en la frontera de Israel y Líbano entre el grupo chiita y libanés Hezbolá- respaldado por Irán, que actúa en respaldo a Hamás- y el Ejército del país de mayoría judía.
Asimismo, desde el nuevo estallido entre Hamás e Israel, los rebeldes hutíes de Yemen, también apoyados por Teherán, han atacado embarcaciones comerciales en el mar Rojo, según asegura, vinculadas al país de mayoría judía o a sus puertos. Ofensivas en apoyo al grupo que controla Gaza y que han amenazado al comercio internacional.
Ante esos hechos ya intervinieron las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Reino Unido contra “objetivos” de los hutíes en Yemen. Pero lejos de detener sus acciones, ese grupo rebelde respondió con el ataque a un buque de guerra de EE.UU. y advierten que seguirán sus asaltos en el mar Rojo contra los barcos israelíes o los que de dirijan a puertos de ese país.
