La higiene bucal es el cuidado de los dientes, las encías, la lengua y toda la cavidad bucal en general, por lo que mantenerlos limpios y sanos depende de un buen aseo dental diario. De esta manera nuestros dientes pueden cumplir su función y además evitaremos otro tipo de complicaciones, enfermedades e incluso la autoestima.
Una incorrecta salud oral lleva a contraer enfermedades periodontales. Si no cuidas tus dientes y encías, puedes sufrir dolor oral y facial, pérdida de dientes, problemas con el corazón y otros órganos importantes, debido a las infecciones de boca, problemas de digestión que pueden llevar a una insuficiencia intestinal o a un síndrome de colon irritable, entre otros.
¿Por qué cuidar los dientes podría reducir el riesgo de enfermedades?
Las enfermedades cardiovasculares.
La salud de las encías y el corazón están más relacionados de lo que parece. Estudios han demostrado que las personas con enfermedad de las encías causada por la acumulación de bacterias alrededor de los dientes y en las estructuras de soporte tienen hasta dos o tres veces más riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares graves, como. ataques cardíacos y derrames cerebrales.
La neumonía
Las investigaciones han demostrado que las bacterias presentes en la boca pueden desplazarse rápidamente hacia el tracto respiratorio y, desde allí, llegar a los pulmones, aumentando el riesgo de desarrollar infecciones respiratorias graves.
La diabetes
Aunque puede parecer sorprendente, una mala higiene bucal puede afectar negativamente los niveles de azúcar en sangre y, al mismo tiempo, el mal control de la diabetes puede perjudicar la salud bucal, facilitando el desarrollo de infecciones periodontales.
Las articulaciones dolorosas
Las personas que padecen artritis reumatoide pueden experimentar inflamación en las articulaciones, causando dolor e hinchazón, sin embargo sufren también un empeoramiento en la salud bucal, y a la vez, una mala higiene bucal puede agravar esta dolorosa condición que afecta a las articulaciones.
Si siente que los dientes le empiezan a doler o las encías se están volviendo sensibles, los analgésicos sólo son soluciones temporales hasta consultar con su dentista. Tome en cuenta que retrasar el tratamiento podría sólo empeorar la condición subyacente, por lo que tratarlo se vuelve la prioridad número uno.
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