En sus declaraciones, Ramírez exigió que Peña demuestre la existencia de dicha mafia, subrayando que el derecho al buen nombre y al honor de las personas es fundamental y debe ser respetado. “Toda persona que viole este derecho debe ser condenada”, expresó el abogado.
El abogado también cuestionó la actitud de Peña, indicando que, como cristiano, debería ser consciente de que la ocupación del terreno por parte de los pastores y la iglesia es ilegal.
El querellante solicita, además, un resarcimiento de RD$250 millones por los daños a su imagen y honor, así como una pena de un año de prisión.
Sobre los terrenos
En cuanto a los terrenos en disputa, Pedro Martínez, pastor de la iglesia afectada, acusó al Banco Bandex de vender los terrenos a Guelie sin consultar a los ocupantes actuales, que son los miembros de la iglesia.
Martínez comentó que ha intentado contactar a Jean Claude, vinculado al proceso de venta, en varias ocasiones, pero sin éxito. Agregó que, según su versión, las amenazas de desalojo continúan, y se ha hecho uso de influencias locales para presionar a la iglesia a abandonar el lugar.
“Según entiendo, la ley establece que los terrenos ocupados, especialmente con una estructura como esta, deben ser ofrecidos primero a la persona que los está ocupando, en este caso, la iglesia”, señaló Martínez. También afirmó que el empresario Jean Claude tiene la intención de demoler la iglesia y dejar a la comunidad sin su templo.
La comunidad de Hato Nuevo ha respondido con marchas en rechazo a la posible demolición del Centro de Victoria El Shaddai, Inc., pues consideran que esas instalaciones pertenecen a los residentes de Santo Domingo Oeste y que la iglesia es un símbolo de la comunidad.
El conflicto sigue generando tensiones en la zona, y los involucrados esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto para resolver la disputa de forma legal y justa.