El gobierno francés llamó ayer miércoles “a la calma” después que la muerte de un joven por un disparo de la policía provocara disturbios en un suburbio de París, así como la condena de políticos y celebridades, entre ellos el futbolista Kylian Mbappé.
“Nada, nada justifica la muerte de un joven”, dijo ayer desde Marsella (sureste) el presidente centrista Emmanuel Macron. El vocero gubernamental, Olivier Véran, llamó poco antes “a la calma” en un contexto de “emoción muy fuerte”.
“Las imágenes dan a pensar que no se respetó el marco de intervención legal”, dijo a su vez la primera ministra, Elisabeth Borne, en una sesión de preguntas al gobierno en el Senado.
La noche estuvo marcada por disturbios en la región de París, sobre todo en Nanterre (al oeste de la capital), donde Nahel, de 17 años, perdió la vida en la mañana del martes durante un control policial cuando conducía un vehículo amarillo.
Más de cuarenta autos quemados, 31 personas detenidas y 24 agentes heridos leves es el balance de los disturbios, según las autoridades, que la noche del miércoles prevén desplegar unos 2.000 efectivos de las fuerzas de seguridad para evitar nuevos altercados.
“Nuestra ciudad se despertó conmocionada, dañada, marcada y preocupada por esta oleada de violencia”, constató el alcalde de esta ciudad, Patrick Jarry, llamando también a la calma y pidiendo “justicia para Nahel”.